¿Qué es lo que a veces nos sucede con ciertas personas cuando las escuchamos hablar? ¿Por qué unos acaban convenciéndonos y a otros les dejamos de escuchar al cabo de un par de minutos? ¿Qué es una de las cosas que diferencia a un buen líder, a un gran triunfador, del resto de los mortales?
Una buena oratoria.
La oratoria en realidad es el arte de hablar para que nuestras palabras le lleguen al receptor de manera que podamos obtener lo que deseamos: una venta, el cierre satisfactorio de un negocio, convencerle de algo, y un sinfín de situaciones. Sí es cierto que hay gente que parece que ha nacido para ello, como si tuviera una habilidad innata. Pero incluso ellos necesitan reciclaje y seguir aprendiendo para mejorar. Un buen curso de oratoria, unas técnicas facilitadas de manera personalizada, dependiendo de la persona y la situación, hacen que tu vida personal y laboral pueda dar un giro de 180º, siempre a mejor.
Es normal que sintamos cierto estrés a la hora de hablar en público, ante una entrevista importante o una exposición de un trabajo. Esa pequeña dosis no es perjudicial. Cuando debemos intervenir es cuando eso se interpone en nuestras metas, no dejándonos hablar con soltura ante ese público que espera que demos un gran discurso del que depende nuestro futuro laboral inmediato. Es ahí cuando tenemos que plantearnos que debemos adquirir nuevas herramientas para poder implementarlas al trabajo que ya estamos haciendo y así llegar a alcanzar la excelencia.
Aprende a persuadir, enseñar, conmover, agradar, consigue dejar atrás el miedo escénico y a saber transmitir lo que se necesita en cada momento. Aprende a manejar una adecuada oratoria y estarás mucho más cerca de conseguir todo aquello que te propongas.